Sueño sin retorno

Mis brazas en tu hielo se consumen
y mi delicia es fatua y engañosa.
Dejamos que los vientos nos perfumen
con su aroma de nardos y de rosa.
Contempla, amor, la luna temerosa,
con rubores de lirio, con su numen,
con sus polos de nieve que la entumen
y la tornan fugaz en mariposa.
Yo me bebo tus ojos de apariencias
que en sonámbulas sombras se deshacen
y en tu piel me desangro y me desvivo.
Vierto todos mis sueños de inocencias
en tu campo sagrado donde pacen
mis remotos gemidos de cautivo.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC