Mi vida sin ti
es hoja en el suelo,
un silencio cruel en la espera,
mis lágrimas fluyen como agua en la piedra
marcan el llanto en este poema.
Mi cuerpo te clama…
acariciando tu alma,
el tiempo se estampa…
deteniendo la hora.
La casa de mi alma clama
en la puerta cristalina de mis ojos.
Toda ella es un caos arquitectónico:
las ventanas no oyen,
ni la alfombra
tiene tu sabor,
la silla de mi alma
te espera al oscurecer,
la cama de mis lágrimas
duermen el llanto,
la cortina de mi soledad
cierra por no encontrarte,
la sala solitaria
calla al no observar que entras,
la reja del recuerdo
no puede olvidarte…
El techo de tu amor
me aprisiona
entre cuatro paredes de tristeza,
la alacena de mis suspiros
presenta escasez,
la llave oxidada
se esconde para no abrir
mi puerta abierta.
El abrigo
no calienta
bordada esta
con un TE AMO que no existe
El correr de mi cercado eterno no acaba
porque te amo
mas allá del patio de mi espera.
María Ysabel Camacaro
Venezuela 20-06-04/12-109-2010