Tranquilos, ciudadanos.
Dejo una vida que me gustó
porque sentía la ilusión,
como todo choro al nacer,
querer ser un buen ladrón.
Pero en mi vida qué ha pasado
para poder dar tan grande paso,
aunque los no creyentes siempre piensan
que el que entra nunca sale.
Pero, ¿qué esperanza es que queda
al pasar tanto tiempo entre rejas?.
Y no es que nadie me lo cuenta,
lo viví en plenitud.
¿Dónde estuviste, juventud?,
me pregunto ahora,
en la mierda, con la droga,
policías, rejas y camorra.
¿Dónde está la gloria?.
Jugarte el tipo a cada hora
y, poco a poco, liquidando tus neuronas.
¡Qué cosas!. Lo dejo ahora.
Tinito la Calma.