Las manos de mi cariño,
bordan tus iniciales,
voy haciendo los ojales
de tu nombre y apellido.
La luna no vale nada,
son tus brazos los que mas valen,
cuando de noche me abrazan
Voy bordando incansablemente con los hilos de tu amor,
la cenefa es mi sentimiento y el crespon la flor de mi corazon.
Comenzaste a ser mi novio y mi primavera se volvio rosada,
y de emocion se me escaparon de mis ojos cinco sollozos de plata,
cuando sin querer me di cuenta de que de ti ya irremediablemente estaba enamorada.
Bordando tu cariño paños de seda yo te haria,
y en la negra noche,
de pasion y deroche,
en ellos te envolveria.
Y en la puerta de nuestro hogar pondria un letrero en letras grandes y doradas que diria:
Carlos eres el hombre de mi vida.