Luz divina que alumbras los caminos.
De los solitarios caminantes sin destino.
Vagando por la vida, sin rumbo fijo
Buscando en la noche la primera luz del alba.
Sintiendo, los primeros rayos del sol
Acariciando, su cara en la mañana.
Paseantes de la vida, buscadores de sueños.
Confundiendo la libertad con los pasos de la soledad.
Y en la cárcel del alma, se encierran sus anhelos.
Con barrotes dorados, consumiendo todo su tiempo.
En un rincón perdido, con tan solo la luz de una vela
Llama viva, que en tu corazón aún espera.
Con destellos silenciosos, y esperanza inquieta.
Caminante del destino, rompe tus rejas,
Por que aún siendo doradas, sigue siendo una celda.
En la prisión del corazón que es la que mas pesa.
* NO HABRA SOLEDAD, CUANDO CAMINEMOS JUNTOS *