Hoy se ilustra el Noceda: Jamás me creería poeta,
soy persona de bien nunca me vendería en apuesta.
Siempre admiraré a todas las personas normales,
no tanto a los súper dotados ambiguos superficiales.
En mi vida lloré tantas veces sin que nadie se enterara,
pero ésta vida tan entera, no cambiaría por quimera.
Sé de desprecio de esclavitud y de discriminación,
no sé de sicólogo, el Noceda mismo es; mi contención.
Mas que todo supe disfrutar a pleno de la naturaleza,
también disfruté durmiendo en paz entre la maleza.
Muchas noches las estrellas del cielo dibujaron mi cara,
Me iluminó para bien, no para ningunas cosas raras.
Cultive la tierra y coseche para el sustento de mi familia,
cuando estoy en aprieto tuve persona que me auxilia,
siempre la ayuda trate de restituir de alguna u otra forma,
de haber sido labrador en algún tiempo me conforma.
Sé casi todas las oraciones por costumbre heredada,
pero yo al Dios le hablo a mi manera en cada madrugada,
En esa oración solo se involucra el Noceda en humildad,
porque sé qué, yo solo puedo salvarme diciendo mi verdad.
Los instantes felices disfruto a pleno con mis seres queridos,
de alegría doy el “Sapucai” es el grito guaraní, ese alarido.
Tengo a tantos hermanos a quien amar, el tiempo no alcanza,
he amado y me han amado, por eso al Dios doy mi alabanza.
Autor: Alcibíades Noceda Medina