Sé mi limitaciones. Torpemente
trazo con letras mi sueño compartido,
trato de hacer como es debido,
a pesar que no, me envían presente.
El astro rey sobre mí, vago y vago,
mientras sigo entre migraciones,
peregrinando con pueblas y legiones.
Recibí empellones hasta el hartazgo.
Vuelve tan bien la cotidiana historia.
Encontré buena gente, esa es mi suerte,
gentilmente me rescatan de la muerte.
Agradeceré mientras tenga memoria.
Mi nombre no importa ni lo que he sido,
es propia en mí, cuanto ante, el olvido.