TRAZANDO LIMITES

Si en todas mis inquietudes
se cifrara mi desgracia
y si hundida mi alma lacia
en un mar de ingratitudes
trocaran mis actitudes
tus más feroces puñales
como vientos vendavales
que azotan sin compasión,
tú no tendrías razón
de ser causa de mis males.
Yo nada puedo ofrecerte
sino mis versos heridos,
mis desollados sentidos
que van heridos de muerte
y este deseo de verte
con los ojos de mi boca
y esta sed que se deboca
detrás de cada poema
a modo de estratagema
que no deshace tu roca.
Seré como el astronauta
que indaga altivos lugares,
que busca lejanos mares
como un antiguo argonauta.
Ya no tocaré la flauta
de Hamelin por las calles.
Iré de espalda a los valles
a las más altas alturas
llevando mis desventuras
adonde nunca las halles.
Alguien habrá que a mi llanto
desgarrador preste oídos.
En un mundo de Cupidos
conviven lo mismo el santo
que el pecador. Mientras tanto
la sombra, la más sombría
será como celosía
que encubra mis desatinos
y marque nuestros destinos
un mundo de fantasía.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC