Es la oscuridad mas profunda
Dónde me empujó la vida sin querer.
Sé que estabas, pero no te veía
Sé que tus manos buscaban las mías,
Y, yo, sin ganas y sin fuerzas
Simplemente me alejaba.
Cavaba en lo hondo
De un laberinto inexistente, sin salida.
La sensación de “esa” soledad,
Era un ruido en el vacío
Que aturde, pero no se escucha;
Invitando a la locura más extrema
O, a la mera fantasía de no respirar jamás;
Luché contra eso, ¡no te imaginas cuánto!
Resistiendo sentada, esperando el milagro.
Sobreviviendo a los sueños rotos
Pisoteados por mi sombra;
Sumergida en los recuerdos y en mis pensamientos
Creí, si algún día regresara, no encontrarte
Que habrías huido ya cansada .
Cuando creí tocar el fondo del infinito
Mis ojos al despertar de una realidad que me absorbió
No podían creer. amiga
Que nunca te habías ido,
Eras quien sostenía mi alma quebrada
Hasta que recobrara mi valentía
Para salir por las mías de un lugar
Que no sabía de amor, ni de amistad,
Allí no se saboreaba a la vida.