Cuando cae la tarde y de ti me acuerdo,
mi corazón se llena de emoción al recordarte.
Te fuiste, y yo que sin dejar de amarte,
espero tu regreso para jamás dejarte.
Me sorprende la noche apesumbrado,
llorando mis horas solitarias,
triste porque me has abandonado,
sin respuestas que son innecesarias.
Mi sueño se convierte en pesadilla
por mis culpas por demás incomprendidas
y una luna que para mí no brilla
me rompe el corazón en mil heridas.
Vuelve, te lo ruego vuelve,
Perdona mis agravios y mentiras
Volver a ver tus ojos lo resuelve
Pues me llenas de amor cuando me miras.
Triste cuando no me miras…Estimado Don Rogelio, reclama su corazón una mirada y su pluma versa ansiosa un regreso. Enhorabuena Mariel