En la noche, creiste vivir de la nada,
con ojitos de sirena y carita de avispada,
brujita de nadie resurgiste en mis entrañas,
con voz de susurro y palabras que no escuchaba.
Sentimiento de un instante, sueños de nostalgia,
miraste a la luna rogándole que te esperara,
pero jamás se cumplieron tus deseos de morada,
agaché la cabeza, con miedo a lo que amaba.
Recordarás allí donde estés, que te adoraba,
perdonando cada segundo que robé de tu magia,
y en los años venideros, llevaré tu mirada,
que tan torpemente perdí, sin poder hacer nada.
Y cuando al alba asome a mis ojos una lágrima,
será para tí,para la estrella más grande y dorada
sellando un cuento de una brujita encantada,
que me robó la alegria, entristeciendo el alma.