Tu me ves...
mi niña temprana del santo
parecer de las miradas
ajenas,
en el descampado de mi vida
hoy regado de tus semillas
y pronto a florecer,
Tu me ves...
desde tu lejana ventana,
sobre el boulevard de mis sueños
donde nos amamos
tan profundamente,
Tu me ves...
cercado por tus infinitos
placeres de juegos
interiores,
Tu me ves...
entre estos océanos
que nos separan,
entre esta magnitud insuperable
de obstáculos que la noche
apuesto entre nosotros,
y si tu me ves, mi niña,
yo te espero,
en poco tiempo,
para callar en tu boca
el deseo irrefrenable
de una víspera sincera.