A la corte va el amor,
señor noble y heredero, primero mancebo,
a veces te regala dichas,
paz y sosiego.
Mi consejo quiero darte si un dia tu llegas a conocerlo.
Con el no es sabio tener aventuras,
estrenarlo es lo correcto,
primero te lees el prospecto,
si no quieres que te envuelva en sus locuras.
El señor amor huye ante todo del dolor,
es un arbitro del duelo,
y otras te deja el sabor en tu boca a caramelo,
dandote su calor.
Se dice que anda solo pero miente el caballero,
pues cuando encuentra alguien, que comodo que va el muy majadero.
No teme casarse, solo el mismo casamiento, es mas galan que marido porque si llega a serlo no hay una desatencion mas barata en las tibiezas de su dueño.
Si se rinde a tener celos yo no lo consiento ni lo apruebo,
sentirlos te hacen avisado,
y manifestarlos un necio.
Señor amor regresa a tu imperio porque no hay caballero mas duro que aquel que en el fondo nos mira tiernos.