Déjame entrar en batalla
si la lucha se hace dura
que yo seré tu armadura.
siempre a tu lado,contigo,
en las temidas tormentas
mis brazos serán tu abrigo;
en las mañanas oscuras
confundidas de cordura,
seré tu razón,amigo,
en momentos de amargura
seré el bálsamo que cura
las más sangrantes heridas,
si tu fé se ve vencida
te mostraré la salida,
seré tu impulso y aliento,
seré alas en el viento
para borrar tus lamentos,
para izarte en tus caídas,
y si te echas a la mar
del mar seré la sirena
para suavizar tus penas,
en noches de espesa bruma
seré la luz de la luna
que te guíe hasta buen puerto.
En la paz o en la batalla
te seguiré a donde vayas
aún si el destino es incierto. MARGA M.R. (mar 68)