El calvario

Puedo sentír el vacío de tu ausencia,
y mil lágrimas se derraman dentro de un corazón esperanzado.
No tener aquí,
No estar a tu lado,
saber que te fuíste,
pero no saber cuándo volverás,
son cosas que hacen que sienta que mi alma muere,
Sin tí nada será como antes.
Sin importar que pase,
ni cuantas personas conosca,
Seguirás siéndo tú quién reina en mi corazón.
Cuánto no daría por volver a escuchar
el dulce arrullo de tu vóz.
Pero ya no queda nada.
Nada.
Es el fin.
Aún guardo el recuerdo de tu mirada,
de tus besos,
de cómo con sólo una caricia,
podías crear en mí un sin fín de sentimientos.
De aquella noche de Septiembre en que prometiste
hacerme felíz.
Y así sucedió, tan efímero. Y tan perfécto.
Como un sueño hecho realidad fué lo nuestro,
Pero como todo sueño.
Llegó a su fin.
27 de Diciembre.
Cuánto esperé por ese día.
Jamás olvidaré, Jamás olvidaría nuestro último adiós.
Pero mientras al despeedirnos mis labios pronunciaron un ''Te Quiero'',
Mi corazón susurraba un ''Te Amo''.
¿Adiós para siempre?
No te volveré a ver, ¿Verdad?
¿Debería llorar? ¿Debería Sonreír?
Dos almas condenadas al destino.
Aferradas a un mismo sentimiento
se ahogan en el martirio del silencio,
callándo lo que sus corazónes querían gritar.
El placer de estar condenados al delírio.
El calvario de nuestro amor.