Tu botella por mi tiempo

Tu botella por mi tiempo
Desde tu niñez,
creo que hubo un trecho
hasta la madurez.
Distancias temporales,
faltan recuerdos,
pero sobran golpes garrafales.
Aunque no tenga el recuerdo,
dentro de mi fuero interno
veo la verdad del sentimiento.
De tu labrada travesía
aprendiste un día
que para levantar lo pesado
hacía falta perspectiva
y el buen humor.
Formó parte de mi verdad
esa en que cuando la felicidad
no nos busca, la encontramos a ella.
Pero al actuar por instinto
se nubla la razón y el juicio
que por tormentas de entresijos
y restos de azares cochambrosos
se los lleva el rocío del alba
con la aspereza de los sueños candentes
de los que nadie te salva
Sueños culpables al final
de recluirte en un pasado infernal,
por cada día intentar volver
a la gloria del ayer,
Las cosechas de labios y rosas
de tan numerosas, y en llamas
te hizo desatinar, pensar sin sentir,
dejaron una soledad, de tal vicio chamuscada
Aviones de dinero en masa
dejaste ese espinoso azar
por talentos de finanza,
pusieron tu felicidad y tus metas
allá en el cielo, más altas que nada.
Hiciste de tus metas, las mías,
y recluiste a mi tiempo.
Siempre te pertenecería.
Pero un aciago día yo caí
y el eco de mi caida,
resonó en una botella vacía
No sé si fui yo el culpable,
de tu ya no querer,
de tu irreconocible embriaguez
y de tus metas estrelladas
La botella y el tiempo son
aliadas a nuestras espaldas
Tú con ella, y yo olvidé
que un día el mío te juré