Cada palabra tuya
causa una herida en mí.
aún no lo ves?
mi corazón se está desangrando, mi alma se vuelve fría
y mis manos ya no quieren volverte a sentir.
El dolor se ha posesionado de mi ser
y ahora somos uno solo;
no me mires, no me hables,
¡¡Yo no quiero ser un ángel!!
ese nunca fue mi sueño,
tú trataste de imponérmelo.
No me extraña que aún no puedas verlo,
tus actos se rigen por el miedo,
culpas a otros por tus fracasos
cuando tu sola los has ocasionado.
Y no te culpo,
por que sé que no lo has planeado,
más te culpo por no querer cambiarlo.