Vestido de negra mortaja, al ático llegue. De negro la noche,de negro el yo, buscando terminar,la erótica danza, de Maria. Con lentos pasos,la escalera subi, a lo lejos los lobos,aullaban, en el cielo,los cuervos graznaban presagiando un final, de sangre y dolor. A lo lejos un trueno sonó,llenando la noche, de un tenebroso resplandor. Paso a paso las escaleras subi, como salidos del averno,los cuervos llegaron con filosos picos,mi cuerpo desgaraban, con furia y placer,el aullar del lobo,a mi llego. De pronto, me perdi en la nada, un fuerte golpe en la nuca por las escaleras rode,en mi mano el crucifijo, con el, mi fe en mi, Dios. !!CONTINUARA!!