Mehamaco

yo la miraba
como un chico feroz
y con tranquilidad
puse en sus manos
dos caramelos
Con un suave movimiento
ella me abrio sus ojos claros
Como un revuelto de flores
de algún cielo
de algun regalo
de alguna alma desalojada por el mundo
me sonrio
entre cacahuates y palmeras
se alejo de mi inesperadamente
y en el transcurrir de aquel momento
se esfumo como las palabras
como las blancas palomas de ese entonces
y otro mirar se interrumpó en el horizonte
y aquel helado botado se derritio
como la desilución de mis anhelos
Como si estuviera helado mi corazón
me fui por la misma vereda
sin cometido
sin fulgor
sin alboroto
Y solo me atine imaginar a solas
como las olas del mar
sus designios
Y el silencio
que en mi se transformó
en tristes melodias de dulzura
Y ese chico pequeño era yo
un cobarde acobardado que se acobardo
del Amor
de la vida
de la felicidad
Pero este canto aun me queda
para ir cantando contra la corriente
para ir incendiendo las vidas en alegrias
para ir ganando al tiempo a la vida
Y solo era aquel pibe
que cantaba la vida
con necesidad
con esmero
con desmesurada ternura
Este muchacho fui algun tiempo
que hize llorar
a mamá
pero ahora
que solo ha pasado el tiempo
dibujo
sus trabajos cuanto atardecen los dias
Y pienso que sus arrugas
son como unas penas que matan
como unas huellas marcadas por la vida
pensar que sus sombras son tan dificiles
de olvidar
de imaginar
pues
Como no querer verla otra vez.
Entre las durezas de mis penas
imaginar no quisiera
sus lagrimas
sus angustias
sus tristezas
imaginar quisiera algun dia en adelante
la libertad de mamá .