Amada ideal!

Mis hojas del calendario cayeron de repente
como una sinopsis ampliada de mi vida,
y en ellas escrita tu nombre simplemente
con el dorado ímpetu de una hermosa alegoría.
Y en cada página tu rostro se ilumina
en el conciente atardecer de mi morada,
abrazando los recuerdos que incriminan
la bella permanencia de tu imagen enamorada.
Y al tiempo que las páginas pasan incesantes
el silencio de tus ojos padecen añoranza,
amada ideal! de los versos de diamantes
mis manos recorren la ansiedad de tu templanza.