Es dolor para un ser
angustia para un sentir,
el siempre poder ver
y sentires sin decir.
Tan cerca y lejano a la vez,
es la amarga realidad;
estando la moneda en revés
con el alba la felicidad.
Es su boca, su mirada,
son sus ojos, su manera,
a su figura labrada
el no palpar desespera.
Ya con su vida hecha
el sentir queda acallado,
por momentos se ve deshecha
sueños de un amor pasado.
Sueños en noche sin realidad
donde se ven dos almas unidas;
cuando amanece, enarbola la claridad,
desengaño, siguen perdidas.
Su vida aún comprometida
la otra, asida a un presente
en un idilio a escondidas
el silencio será confidente.