Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Poesía
Todos
Ordenar por:
Mas recientes
Menos reciente
Más vistas
Defecto
Poema
La Poesia que ha intentado acceder no ha sido encontrada en nuestra base de datos, a continuación le mostramos una poesia aleatoria.
Categoría: Dolor

Dios, mi Dolor y Yo.

1
¡Oh!, Divino Dolor. Dolor Divino:
Sé Bienvenido a mi Alma.
Y pues a ella has venido,
Quédate ya conmigo,
No te me vayas,
Pues sé que el mismo Dios viene contigo
Y me trae la Esperanza
Que ya había perdido. 2
Te estoy agradecido,
Dolor Bendito,
Dolor Amado:
En los peores momentos de mi Vida
Hasta Dios me has guiado.
¡Y oh, Milagro, Milagro,
El Camino de Espinas,
Que regué con mi Llanto,
En un Lecho de Rosas
Tú me lo has trasformado. 3.
¡Qué Consuelo pensar
Que mis Enfermedades,
Son, Señor, un Regalo
Que Tú me haces!
Son mías y son tuyas
Y ya, sólo por serlo,
Me hacen que goce y sufra
Al mismo tiempo.
Porque sé que queriendo lo que quieras
Vas a vivir conmigo,
Mientras viva con ellas. 4.
Dios me dirá algún día,
Por qué tantas Desgracias
Deja que pasen.
Y entenderé ese Día,
Por qué razón el Gozo
No vale tanto como el Dolor vale. 5.
En su Lecho de Dolor
Está sufriendo el Enfermo
Y está ofreciéndole a Dios
Con Gozo su Sufrimiento.
Sabe que Dios se lo acepta
Y acepta seguir sufriendo.
¡Y tanto más goza su Alma
Cuánto más sufre su Cuerpo!
Se siente lleno de Gracia
Y en posesión del Misterio
Que hace redentor y santo
Al Dolor y al Sufrimiento. 6.
Cuando el Dolor me venga,
Dios Mío, a visitar,
Dame un Dolor tan mío.,
Tan mío que por Gozo
Lo tengan los demás.
No quiero con mis penas,
A quienes más me quieran
Hacer penar. 7. Cuando la Vida a todo
Me responde que no,
Yo acepto, resignado,
Tu Voluntad, Señor.
Hacer lo que Dios quiere
Es hacerse de Dios.
Y quién de Dios se hace,
Se hace parte de Dios.
¿Cabe Gozo más grande?
Te aseguro que no. 8
Dios a mi Dolor bendice
Y al bendecir mi Dolor
A mí mismo me bendice.
Si a mi Dolor Dios lo quiere,
Quiero a mi Dolor también.
Si es Mi Padre, Dios no puede
Querer mi Mal, pero puede
Volverle a mi Mal en Bien.
Y en ver cómo me lo vuelve
Ya muy poco tardaré. 9
Dime, dime, Señor
Que Tú no me has creado
Ni para el Gozo ni para el Dolor.
Dime, dime, Señor,
Que sólo me has creado
Para el Amor.
Y en el Amor hay Gozo,
Pero hay, también, Dolor.
Que antes de crear al Hombre
Dios ya le amó.
Y sabía que el Hombre
Sería Pecador.
Y que para salvarle
Su Hijo tendría que morir de Amor. 10
Si crucial viene de Cruz,
Lo más crucial de mi Vida
Me ha venido de mi Cruz.
Ayúdame, Buen Jesús.
Ayúdame a que la lleve
Como la llevaste Tú.
Saltando a la Vida Eterna
Desde el Dolor y la Muerte. 11.
Sólo el Dolor nos lleva
A convertir en Rezo nuestro Llanto,
Esperando., esperando
A que Dios se conmueva.,
Venga.y haga un Milagro. 12
Tu Enfermedad ha sido un Privilegio
Que Dios te ha concedido.
Y que no tiene precio.
¡Eres un Elegido!
Bendice a tu Dolor:
Vas camino del Cielo
Y vas a verle a Dios
Sin tener, para verle,
Que verte Viejo.
Al llevarte Dios antes,
¡Cuánto Gozo a nosotros
Nos llevas por delante!.
Que para irse con Dios,
Siempre será muy tarde. 13
No hay Gozo más hondo
Que el de un gran Dolor
Si el Dolor aceptas
Como un Don de Dios.
Me voy a la Iglesia
A llorar con Dios.
Y seré, llorando,
Otro Redentor. 14
Yo me vi en un espejo reflejado
Y creí que Otro era.
Gracias. Gracias, Señor.
Me diste mi Cojera,
Pero hiciste que nunca
Como un Cojo me viera.
Por Tu Gracia, Señor,
¡Qué profunda y qué rica
Que es mi Vida Interior!
Ya estoy de Ti tan lleno,
Que cuando a mí me miro
Tan sólo a Ti te veo. 15
Te ofrezco mi Dolor.
Acéptalo, Señor.
Acéptalo.
Es todo lo que tengo
Para poder pagarte tanto Amor.
Si mi Dolor no vale,
Tampoco valdré yo. 16
Si se agranda el Dolor,
Hasta hacerse Tormento,
Envidiarán los Vivos
A los Muertos.
Señor Mío y Dios Mío:
No querré seguir vivo,
Si en la hora de mi muerte,
No podré dar consuelo
Ni recibirlo.
Si el Dolor me arrebata las palabras
Y las convierte en Gritos
Que a mi Fe espantan.
Si me ves cómo sufro y me abandonas
Como a un Maldito,
Que en vano a gritos tu Piedad implora,
Y sostener no puede el Crucifijo. 17
Cuando venga la Desgracia
Ven, Señor, a consolarnos,
Porque se hará insoportable
Si de Ti nos apartamos
En tan doloroso trance.
Porque se hará insoportable
Si de ella a Ti te culpamos,
Porque pedimos tu amparo.
Y Tú nos abandonaste. 18
Sufro y hago sufrir
A los que más me quieren y más quiero.
Señor, ¿vale la pena
Seguir viviendo así?.
Señor, ¿qué valor tiene
Mi Dolor para Ti?
Si tiene algún valor,
Dímelo ya, Señor, para que tenga.
También valor alguno para mí. 19.
En medio de mis penas
Estoy Alegre.
Dios le ha dicho a mi Alma
Muy dulcemente:
“¿De qué puedes quejarte
Si a Mí me tienes”?.
Y mis penas se han ido.
Y ya no vuelven.
Ya tengo a Dios conmigo.
Y pues sufriendo sigo,
Lo tendré para siempre. 20.
Estoy sufriendo y mientras sufro veo
Cómo otros gozan a mi alrededor.
Lo que sufriendo estoy, no me merezco,
Mas mientras sufro, mereciendo estoy.
¡Por eso sufro y gozo, al mismo tiempo!. 21
Cuando lloro. Cuando sufro
El mismo Dios me bendice:
Y gozo, a la vez que sufro.
Recuérdalo. No lo olvides.
Para el que a Dios se encomienda
Y Su Bendición le pide,
No hay Mal que por Bien no venga.
Así la Fe nos lo dice
Y Dios nos habla por Ella. 22
No se puede vivir sin Ilusión.
No me resigno a ser un Resignado,
Sin más Virtud que mi Resignación.
Si Dios es Bueno y mi Dolor consiente,
Queriendo está que me convierta en Santo.
Debería, por ello, estar Alegre
Y no pasivamente Resignado.
Que todo Mal acaba
Y todo Bien comienza con la Muerte
Para quienes en Cristo han confiado. 23
No comprendo. No comprendo
Porque el Dolor Dios permite
Siendo, como es, Padre Nuestro.
¡Qué Misterio el del Dolor
Y Dios mismo, qué Misterio!
No comprendo. No comprendo,
Pero, por eso, Señor,
Me das esta Fe que tengo
Y alegra mi Corazón. 24
Si con criterios humanos
Valoro mi Enfermedad,
Como una gran Maldición
La tendré que valorar.
Si con criterios divinos
Yo la vuelvo a valorar,
Como una gran Bendición
La volveré a valorar.
Y ante tal contradicción,
De preguntarme no dejo:
¿No estaré Virtud haciendo
De lo que es Necesidad
Para seguir mereciendo?
Pues contra mi voluntad
A la de Dios me someto;
Que no por mi santidad. 25
Cuando todos me abandonen
A solas con mi Dolor,
Dime lo mismo de siempre:
“Que no estoy solo”, Señor.
Porque mi vida no es Vida
Sin en el Eco de Tu Voz.
Porque mi vida no es Vida
Si sin Ti la vivo yo.
Si vivo a solas conmigo
En mi vacío interior. 26
Saber que Dios nuestro Dolor bendice
Y bendecir con El nuestro Dolor.
Luego esperar, sabiendo que esperando
Nuestro Dolor Benditos nos hará
A los Ojos de Dios, que está mirándonos
Y no nos deja nunca de mirar. 27
Bendito, Señor, sea el Sufrimiento
Si vienes Tú con él
Y haces del Alma mía Tu Aposento.
Bendito, Señor, sea el Sufrimiento,
Si vienes Tú con él
Hecho Consuelo y Acompañamiento.
Nada podrá faltarme,
Señor, si a Ti te tengo.
Los que teniendo todo, no te tienen,
Son, teniéndolo todo, Miserables.
Y solamente pena
Debieran darme. 28
¡Qué Tristeza me embarga
Toda el Alma por dentro!
¡Qué Cáliz de Agua amarga,
Sin fondo, bebo!
¡Ay, qué Vida tan larga!
¡Qué pesada es mi carga!
.¡Pero la llevo!
La Fe que me regalas,
Le da sabor a Premio
A mi Agua amarga. 29
Este Dolor me muerde
Como un perro rabioso
Que no tuviera nada más que dientes
Y mucho., mucho odio
Para mejor morderme.
Señor, Señor,
¿Por qué a Otros les das Gozos
Y a mí sólo Dolor?.
Señor, Señor,
Si ellos se lo merecen,
Para no merecerlo,
¿Qué te he hecho yo? 30
Jesús, Tú no viniste
A ser crucificado.
Fuimos nosotros y nuestros pecados
Los que la Cruz pusimos
Y pusimos los clavos.
Tú sólo la aceptaste
Por Amor a los Hombres
Y Obediencia a Tu Padre.
Que el Dolor sólo es bueno
Si redime los males
Y nos hace más Buenos.
Pecado había el Hombre
Y había que salvarle.
Y tan sólo por eso
Tú Tu Cruz acepaste. 31
De este Mundo soy parte.
Señor, con mi Dolor,
Yo también, como Tú, quiero salvarle.
Quiero hacerlo mejor, siendo mejor.
Quiero, salvando al Mundo, a mí salvarme.
Quiero ser, como Tú, otro Redentor. 32
No le temo al Dolor.
No me espanta la Muerte.
Son parte de mi Vida.
Les pertenezco y me pertenecen.
Cuando en mi Alma la Fe siento más viva
Mi temor al Dolor se desvanece.
Mi temor a la Muerte se me muere
Y mi Esperanza en Dios, más se me aviva. 33
La Tierra no ha sido un Cielo
Para mi.
Ha sido un Valle de Lágrimas:
Por millones las vertí.
El Cielo, cuando me muera,
¿Será un Cielo para mí?
Con esa Esperanza vivo.
Con ella quiero morir. 34
Cuando el Dolor me visite,
No dejes que mi Esperanza
Ni mi Fe se debiliten.
Cuando el Dolor me visite,
Ven a consolarme y dime
Que Tú mi Dolor bendices.
Y por eso lo consientes.
Y por eso lo permites.
Y por eso debería
Estar Alegre y no triste 35
Corre raudo el Camino
Que Dios te haya trazado
Y avanza., avanza., avanza,
Sin mirar a otro lado,
Sin rebelarte contra tu Destino.
Sólo así, cuando llegues,
Dios te estará esperando
Y tu Destino en Predestinación
Se habrá trasfigurado. 36
Si aceptas tu sufrimiento
Le terminarás queriendo,
Pues verás a Dios tras de él
Queriéndote, por quererlo. 37
Dios te bendiga, Dolor,
Cuando a visitarme vengas
En el Nombre del Señor.
Pero me temo, ¡oh!, Dolor,
Que digno de ti no sea
Y que rechace tal Don,
Aunque después me arrepienta. 38
Deja ya de llorar.
Consuélate pensando
Que a todos los que lloran
Dios los consolará.
Y por haber llorado
Un Bienaventurado
De ellos hará. 39
Dios Mío, Dios Mío:
Por Amor de Dios,
Llévame Contigo.
Pon fin al Dolor
Que me sigue y sigue
Cual la Maldición.
Y me va diciendo
Y me va diciendo:
¡Castigo de Dios!
Pero no me dice,
Pero no me dice
En qué te he ofendido.
Por qué me maldices. 40
Pronto llegó el Dolor.
Con su Llegada,
Veloz mi Dicha huyó.
Corrí y corrí tras de ella,
Mas no pude alcanzarla:
Corría más que yo.
Juntos ya hasta la Muerte
Vivimos desde entonces,
Mi Dolor y Yo.
Pero quiero, Señor, darte las gracias
Por los Felices Años
Que mi Dicha duró. 41
¡Ay, Dios Mío, Dios Mío!
Ya todos me abandonan.
Sólo cuento Contigo.
Ya sólo Tú me quedas.
¡Ay, Dios Mío, Dios Mío!
Si Tú también me dejas,
Mi Vida, sin sentido,
Definitivamente se me queda.
¡Ay, Dios Mío, Dios Mío!.
Mi Último Sueño era
Verte tras de mi Muerte.
Mas si ya, ni siquiera
Soñar podré que te veré al morirme,
¿Por qué, Señor, quisiste que naciera?
¡Ay, Dios Mío, Dios Mío!
¿Será, acaso, Mi Vida, Tu Condena:
Una Condena que empecé a cumplir
El día que nací
Y habré cumplido el día que me muera?
¡Ay, Dios Mío, Dios Mío!.
¡Que Pena y qué Tormento!.
¿Tendremos que envidiar los que nacimos
A los que no nacieron?.
Datos del Poema
  • Código: 348313
  • Fecha: 27 de Abril de 2011
  • Categoría: Dolor
  • Media: 6.34
  • Votos: 88
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,450
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: luis de la morena
País: EspañaSexo: Masculino
Fecha de alta: 23 de Septiembre de 2010
Ver todas sus poesías
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.145.206.169

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Poesias: 99,627
»Autores Activos: 4,260
»Total Comentarios: 47,522
»Total Votos: 9,266,099
»Total Envios 159,596
»Total Lecturas 142,892,756

© HGM Network S.L. || Términos y Condiciones || Protección de datos | Política de Cookies