Vivir en un ramo de rosas quiero,
embriagarme en tu perfume mujer,
y ver el capullo en mi florecer,
Los pétalos cual tus labios prefiero.
Sí, esos pétalos que recoge el rocío,
la real rosa de mil madrugadas,
que semejan a tus mejillas sonrosadas.
Al contemplarla mi vida revivió.
Esas flores deseo disfrutar en vida
e inhalar en suspiro el aroma,
cuando apenas a la luz se asoma.
Al darte el amor que mí se anida,
sabrás que no es solamente obsesión,
si no intesión pura del corazón.
Autor: Alcibíades Noceda Medina