Tú niña mía

A: Rebeca Cristina Orozco Montenegro
He aquí que mi corazón no para,
Y te escucho en lo susurros del viento,
Y te siento entre las olas de la mañana.
Hasta hoy no sabía lo que sentía,
Hasta hoy supe que necesito de ti,
De escuchar tu meliflua voz,
De que me regales una sonrisa discreta.
Hasta hoy que mi corazón no para,
Ya no puedo mantener al margen mi locura;
No sé que más puedo hacer.
Si, solo decidimos romper el silencio;
Si, siento que un día desperté,
El mismo día en que me sonreíste
Salvándome de mis agónicas noches,
Salvando de lo cruento mis musas
Y envolviéndome en este bello sentimiento.
Niña mía, déjame apartar de tu vida
La tristeza, la desdicha, el desamor,
Permíteme, mi niña, poderte enamorar,
Poder soñar contigo como lo hago ahora.
Y quererte no fue fácil,
Mas solo se lo que siento, y…
Tan solo se lo que siente, es…
Aquel secreto que en cada mirada se anida,
Aquel amor que nos nace.
Hoy lo digo y admito: ¨me enamore de ti¨
Me enamore y puedo surcar los cielos.
Tu rostro se asile en mi corazón,
Tu recuerdo lo encuentro sumergido entre mis sueños,
Aquellos en los únicos que te beso,
Aquellos sueños que el silencio nos regala.
Niña, me enamore y te lo digo en mis suspiros,
Entre cada mirada discreta.
Trato de capturarte en cada detalle,
Desde el lindo color de tu piel canela,
Hasta tu armoniosa voz como toques de felpa,
Desde el suave sentir de tus mejillas de rosas,
Hasta el lacio de tu pelo como albos lirios,
Desde la mirada trémula que me regalas,
Hasta aquella bella sonrisa que alimenta mi alma.
Te atrapo en cada detalle y me brillas,
Mas que las estrellas de mi oscura noche,
Más que mil soles en pleno día.