Encontré ternura entre tus brazos fuertes,
como si tuvieras
la delicadeza de ala de mariposa.
Sentí que tu noble estatura
y tus manos rudas,
simulaban la fortaleza del caracol
y yo aprendí,
en la profundidad de tu saber,
que tu alma de luciérnaga
me alumbraba con una luz infinita y suave,
como si tuvieras un faro radiante,
de esos que tocan hasta el alma.
Cuando caminaba a tu lado
o me recogías entre tus brazos,
no podía palpar tu amistad eterna,
esa que hoy añoro y necesito,
como la noche implora
por un claro amanecer,
como el verano que extrañas,
como la brisa tuya,
de tu caserío que te vio nacer.
Hoy quiero ser más tu amigo
y recorrer el camino que perdí,
para así recoger más lucecitas
desperdigadas en tu pensamiento,
como si cada una de ellas
estuviesen ahí,
para asirlas con mi mano.
Me enseñaste todo en silencio,
con tu actitud y lealtad,
por eso soy así,
con holgura de justicia,
con ideas de libertad.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!