No se que me pasa contigo, me arrullas y me haces tropezar, me haces olvidar lo que significa mi nombre, le cambias el significado a mi alegría, manejas mis días, jugando a quitarle su gris…
A veces te miro y no entiendo nada, pero entonces te siento y sin saberlo lo entiendo todo, todo cobra sentido y por qué, y de repente se vuelve a desvanecer. Tu guardas contigo la misma verdad que yo me escondo, los dos sabemos que tu mano y la mía no nacieron para andar juntas, los dos sabemos como va a acabar esto.
Yo me hago la fuerte, pero sabes que eres tu el fuerte, sabemos que serás tú el que me volverá a romper, y quedaré como esa muñeca de trapo que tanto quieren y tanto olvidan, en ese rincón de mi vida que nadie conoce.
Muchas veces pienso que ahora que puedo tengo que correr, escaparme de los besos que tanto me tapan y me abrigan, porque sin quererlo se que el frío que me separa de ti dolerá menos que la escarcha que vas a dejarme cuando te vayas.
Y se que cada día que me regala tu alegría suma uno más a la condena que me deparas, cada caricia que pierdo en tu espalda se que parte para no volver más.
Se que esto es culpa mía, se que la tumba me la estoy cavando yo, pero es que no estás y me falta abrazarte, y estas y me sobran los abrazos. Es que te tengo cerca y me siento fuerte, es que nombrarte se ha hecho mi palabra.
Estoy cansada de pelearme conmigo, se que me estoy equivocando, pero es tan dulce mi error, que no, no puedo pararlo.