En aquel valle verde
de arboleda florida,
allí me dijiste las
cosas más bellas.
Me llevaste en tus brazos
a un lugar,
donde solo había flores,
aromas y deseos de amar.
Desnudaste mi cuerpo
con tanto amor,
como me besabas!
con tus dulces labios
me dabas calor.
Tus manos en mi piel,
dibujaban un mapa
el país del amor,
dibujaste en mi cuerpo,
con tu dedos,
escribiste versos.
Versos de amor
y… tanta pasión¡
me amabas me cubrías toda,
cuando te sentí,
tan dentro de mi,
de felicidad, yo creí morí.
Tus latidos de pasión
eran imparables
me llenaste toda, de tu sabor,
el néctar de tu cuerpo
me sabía, a menta y limón.
Entre tantas flores
mi rosa la amaste,
con tanta intensidad,
regaste sus pétalos
con las dulces aguas,
de tu manantial.
Rosario Ayllón
Poetisa - 2009