Te encontré entre la gente,
con las alas rotas,
con las ganas muertas,
con tus sueños dormidos.
Me causaste gran ternura,
y me acerqué a observarte,
a tratar de aligerarte,
un poco tan pesada carga.
Me pediste me alejara
quisiste que la distancia
se interpusiera en nuestro camino.
Mas no quise hacerte caso...
y me acerqué a curarte,
a reparar esas alas,
a despertar esos sueños
a revivirte las ganas.
Tu corrías por no hacer daño,
y yo en mi afán de ayudar
te provocaba algo extraño,
dentro de ese corazón.
Y poco a poco sin saberlo
los dos fuimos descendiendo
a ese abismo tan profundo
que conocen como amor.
Y ahora tus alas rotas
vuelven a emprender el vuelo
vuelven a existir tus sueños
vuelves a querer vivir.
Mil gracias por nuestras vidas,
que ahora son compartidas
mil gracias por este mundo
que ahora veo con otro rumbo
pues tú te quedaste aquí...