Estas suaves olas,
que forman nuestra vida,
estas gotas primaverales,
que empapan nuestro contorno,
que a veces se confunden con lágrimas,
separan nuestros dias de ilusión,
de los dias de tristeza,
enarbolan ingratitudes ajenas,
y hacen que nos veamos,
como seres humanos únicos,
lejos de la batalla diaria,
del triunfo,
del rencor,
de la envidia rastrera,
de la lucha inmoral del éxito.
Estas suaves noches,
donde solos ante el mundo,
nos miramos,
nos amamos,
sin más armas,
que nuestra desnuda alma,
nos alejan de este mundo,
que cada vez sentimos menos nuestro,
y nos hacen a la vez,
más fuertes,
más unidos,
sin más necesidad,
sin más posesión,
que el amarnos el uno al otro,
con la sencillez del amor más dulce,
con la tenúe luz,
de esa luna,
que es solo nuestra,
con la delicada suavidad,
de tu cuerpo abrazado.
Son las únicas olas que necesitamos amor,
las que forman nuestra vida,
como gotas primaverales.