¡Qué cansado voy ya, Dios que me escuchas,
De este continuo caminar sin tregua,
Que es la vida del Hombre sobre esta dura tierra
Que piso y que me pesa!.
¡Qué cansado voy ya, Dios que me escuchas
De este ir dejando atrás,
Todo un reguero de Ilusiones muertas
Como marchitas hojas,
Con las que el Viento de la Vida juega!.
¡Qué cansado voy ya, Dios que me escuchas,
De este miedo a entablar combate incierto
Contra los Enemigos que me cercan
Y me ocultan su rostro,
Y que me vencerán, si Tú no acudes
Veloz en mi socorro!
¡Qué cansado voy ya, Dios que me escuchas,
De tanto andar y andar, siempre buscando
Lugar seguro en el que descansar
Antes de que en mi tumba
Halle el Descanso Eterno
Que Tú a los Muertos das!.
Señor, sólo Tú sabes con qué Gozo
Acaricio la idea de la muerte.
Con qué Paz y Alegría
A abandonar el Mundo me dispongo
Para vivir Contigo Nueva Vida
Y en Ti encontrar mi Último Refugio.