Era de madrugada. . . . .
Cuando el frio del cadalso te esperaba,
en tu mente los recuerdos se agolpaban,
era como si la conciencia algo te explicara.
Nunca imaginaste que en esto terminabas,
ejecutado por pecados que te marcaban.
Era de madrugada. . . . .
Cuando todo a tú alrededor se apagaba,
sentías que ese frio de muerte te aplastaba,
aun corría sangre por tus venas. . .
pero tu cuerpo ya se congelaba.
Era de madrugada. . . . . .
Volteabas hacia todos lados, a alguien esperabas,
ya los hombres de la ejecución se impacientaban.
A empujones te hacían caminar,
tus pies eran de plomo, los sentías ya pesar.
Era de madrugada. . . . .
Y por tu mal proceder. . . de ti, nadie se acordaba!!