Cerrar los ojos e inventarte sentado a mi lado,
Inventar que me susurras lentas palabras…
susurros que se entre mezclan con el viento,
mensajes adornados de brisa.
Se enreda mi cabello con el susurro de tus palabras jugando con el viento
Olvidar es imposible los momentos de tertulia… de cariño, de calor…
Sofocante por segundos,
casi asfixiantes los momentos instantes,
segundos de éxtasis.
Aparecen los lugares como fantasmas del pasado
Queriendo mofarse en la distancia…
Distancia que se rehúsa a olvidar,
Que se enraíza al tronco del querer…
Querer… anhelar o especular
Fantasías…
Acaso no se supone que los años
entonan la canción del manto negro de la lógica,
que después de ser visto se olvida que existe
la magia?
esta se esconde en la espesa niebla “madura”
para perderse la risa en la sonrisa,
la espontaneidad en la apariencia y la luz del sol
en las bombillas a medio día en el corredor del edificio
que mas parece una caja mortuoria
que seres interactuando para sacar un producido.
Acaso las experiencias con otras personas
no debían trazar un camino mas largo
entre nuestras vivencias y el presente?
Y entonces te convertiste en mi fantasma constante;
en ése duende que concede, pero que nunca me sacio,
ese anhelo constante que por mas años,
mas quiero, menos dejo y espero…
Tal vez espero lo que no llegará,
pero solo arriba saben con quién o quienes
hemos de compartir…
Fantasma, duende e ilusión…
orgulloso has de estar en ser motivo de
esperanza donde a veces parece que se esfumara.
Orgulloso y erguido has de caminar,
sabiendo que tienes una estrella en el norte,
Tal vez tendrás otra en el sur o en el horizonte…
las estrellas sabemos brillar cada una con luz propia.
Me siento privilegiada también al saberte mi secreto…