Tú... y a lo lejos estoy yo

Fuente sobria de amor
aspera las aguas en tacto
seca sus gotas
y su dilubió rutinario
amargado por los días.
E ahí tu sentir
así es tu querer
pura agua congelada
manteniendo su estado en mí
escondiendo su frialdad a la espaldas.
Quien pudiersa sospechar de tí
pobre ingenua,
que creyó desembarcar
despues de tan largo viaje
en el puerto de tu corazón.
Gran equivocada.
Pequeño rio dominado por la corriente
esa soy yo
Enjaulada por tu presencia
obediente a tus mandatos
dispuesta a entregar todo de mí
sin obtener respuesta.
Un aprecio, muestrame un aprecio
una mirada
una sonrisa
una palabra
un gesto
pero no hay aprobación en tí
nunca esta nada bien.
No es suficiente, aun no es suficiente.
Callas, el silencio en perfección
fuerza poderosa
irrompible cristal.
Soy la ausencia
solo existo para tu combeniencia
para tus caprichos
soy aquella sombra que prende luz
cuando tu deseas
aquel juguete olvidado
que es tomado en esos ratos de furía
el segundo plano de una obra
los oidos que solo escuchan
la hormiga que despues de su trabajo
es pisoteada por la rebeldía.
Soy la última en tus pensamientos
la despreciada
como la chica solitaria de clase
la olvidada por todos
que siempre vive en si misma
que todos ven como la rara
que nadie quiere estar a su vera.
Esa soy yo.
Templo sagrado para todos
admiración en cada rostro
si tu estas presente
adoración por cada paso que das.
Ese eres tú
El principe azul
que un día me engañó.