Mira cómo las palabras van formando mi poema,
resignadas, silenciosas, como por estratagema,
dócilmente, sin caprichos, sin berrinches, obedientes,
aunque algunas fluyan lentas y como a regañadientes.
Pero siempre están presentes y ya saben todas ellas
dónde deben colocarse. Son igual que las estrellas
luminosas y lejanas que recorren el espacio,
siempre bien sincronizadas, ni de prisa ni despacio.
Si yo pongo por ejemplo la palabra "Primavera",
de mi mente brotan rosas, mariposas de colores,
abejillas que se posan a libar sus dulces mieles,
y un soneto alejandrino como si lo pretendiera,
aparece como brisa, como perla entre las flores,
todo porque las palabras corresponden y son fieles.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC