Del olvido traje sueños
que un día abandonaron
aquellos que los deseaban
y por ellos no lucharon.
En el olvido hallé un amor
de verano y pasajero,
pero dulce como la brisa
que acaricia al marinero.
Y en el olvido quiero guardarte,
dejar allí lo que he sentido,
pero solo lo guardo a veces
cuando me deja el olvido.
Del olvido viene la flor,
que me diste el primer día
marchita por la pena
de saber que no me querías.
Tantas flores me regalaste,
me llamabas primavera,
pero al olvido las llevaste,
no serían tan sinceras.
Y me duele pensar eso,
pero es lo que has demostrado,
que te olvidas de la gente
cuando no están a tu lado.
Y la distancia en realidad no entiende
de amistades y nostalgia,
pues si son sinceras no se olvidan
y se quedan en el alma.