Busqueda perpetua.

Hoy te busqué en la desesperada añoranza,
donde el crepúsculo firme ata sus anatomías,
en ese sector donde se mueren las templanzas
y renace la búsqueda que te daba por perdida.
Y al posible hallazgo entre mis ruinas temerarias
el desborde oculto de mis fauces intermedias,
en el respirar perpetuo, en la calma sedentaria
en las posibles huellas de altivas histerias.
Y ahí estas, mujer lozana de la perpetua rima
del calendario hostil de una vida apropiada,
ahí estás, tendiéndome la realidad divina
donde todo es perceptible y ajeno a la nada.