Tras el velo rasgado
De mis sueños truncos,
Se ocultaba tu traición
Agazapada, al acecho.
El golpe fue asestado
En medio de promesas,
Llevándose consigo
Caricias y tibieza.
El frío fue absoluto
y envuelto en mil palabras
Dejó un adiós certero
Clavado en tu garganta.
Nada te debo a ti,
¡Por Dios, ¡ no más excusas
Ya no eres el que amé
Ni tú. Quien dijo amarme,
Olvida tus promesas
No digas más mentiras
Si todo cuanto digas
Tan falso ha de sonar,
Has roto aquel encanto
De suaves melodías
Hoy solo disfonías
De ti pueden llegar.
No quiero ver tu rostro
Ya, muéstrame tu espalda
Dibújame tu marcha.
Pero tus ojos.no.