Dulce amada mía
te espero a orillas del mar,
pero va pasando día tras día
y no te veo llegar,
tal vez otras tierras ahora habitas
y de mi te has de olvidar
dejando atrás promesas y caricias
y la vida que veíamos al soñar.
Tal vez, tal vez debo despertar,
dejar de esperarte
y mi vida continuar,
pero cómo hago para no amarte
si sé que eres real,
si en el destino estaba
que nos íbamos a encontrar,
si tienes aquella mirada especial
como ninguna otra mujer me tocaste
el alma, el corazón y me diste amor y paz
con solo mirarme, en silencio me entregaste,
bellos sueños, ilusiones y mucho más.
Cómo te puedo olvidar.
Carlos Manuel