Tus vanas costumbres.

De tus vanas costumbres nacieron esas ideas
que llevaron fracaso cuando no lo esperaba,
acumulando los odios de citas y esperas
de entornos profanos y frialdad en la mirada.
Quien quiera que sepa que fue de nosotros
amantes ardientes en épocas inesperadas,
tu piel en el rocío, los celos de otros
que al paso de tus faldas sedientos miraban.
Amor de pasajes inmensos de fuego
pasión que al caerse quedó en una nada,
vestida de niña con el odio y el celo
de acunar frialdades que murieron gastadas.