PEPE, EL MAESTRO
Empezaron el curso temiendo.
Como hojas de otoño, temblando.
¡Un maestro muy serio, que grande¡,
que grita, que miedo mi madre.
Castiga por jugar en clase.
Me tiene mania ese hombre, madre.
Que impone respeto, pero ya no tanto.
Se rie y nos cuenta su vida.
Tres son los elementos principales.
Cuatro los puntos cardinales.
Los polinomios, madre, que trance.
Ecuaciones no, que soy niño todavia.
La radio, madre. Hemos hecho la radio¡
Y sin ser Luis del Olmo, las ondas emiten
Como ‘ARES-5’ ellos transmiten.
Y se oye en el alma de un hombre
que juega con ellos y no sabian, tan sabio.
Pues Pepe dice.me dices, Martin
ya no me haces ni caso
ni tienes preguntas que hacer.
Existe un maestro de buen Magisterio
Que mi figura de padre hace palidecer.
Y es Pepe quien nos lleva a la imprenta.
Y nos hace bailar sevillanas y jotas.
Y el ‘rondo’, que nos sale redondo.
El maestro ya ni es grave ni serio.