Estas serán las últimas letras que escriba para ti
Hoy me resigno a perderte, por eso lo decidí
No intentes a mi puerta, volver a tocar
Te lo ruego, ya no quiero volverme a equivocar.
Estamos haciéndo daño, tenemos que parar
Y al pasar del tiempo, verás, que nos dejaremos de amar
Es por eso que hoy te digo adiós, sin querer darte un porqué
Hoy, a tu amor, en el lugar de los recuerdos coloqué.
Nos queda poco tiempo para olvidarnos
Y los dos tenemos que ayudarnos
Pronto, muy pronto nos volveremos a ver
Y cómo a controlarnos, necesitamos aprender.
Sabemos que nuestro amor no tiene futuro
Y hoy convencí a mi corazón, te lo juro
Desde hoy el brillo en mis ojos desaparecerá
Y mi corazón, junto al tuyo, jamás amanecerá.
Te preguntarás que me pasó? Porque hoy?
Es porque muy enamorada de ti, estoy
Ya no te puedo seguir amando así
Por eso la decisión de alejarme de ti.
No somos libres y eso a mi alma destroza
Ya no llevamos una vida color de rosa
No quiero un amor a escondidas
Porque solamente traerá heridas.
Ya me cansé del querer hacer y no poder
Y cuando puedo hacer, siempre culpo a mi ser
Ya no valdrá la pena llamar, escribir o preguntar
Sólo hay que aceptar, admitir y olvidar.
El adiós con o sin razón es doloroso, pero lo es menos cuando lo damos a tiempo; a tiempo de evadir sufrimientos, de sentirnos nada estando al lado de quien amamos. El adiós muchas veces es necesario, y tu adiós lo es. Tu primer diez y mis saludos. Ivette Rosario.