Después de las horas, después del trajín
es hora de volver al principio,
cambio de tarea la otra inicio,
el arduo trabajar no llega a su fin.
A veces me toca jugar de comodin.
Escribir nadería es mi único vicio,
de la cocina reciclo desperdicio,
y con placer desparramo en el jardin.
Mucho sin saber desprecia mi trabajo.
Sin vanidad, entre sabiondos no encajo,
nunca sucumbiré por llegar al cielo.
Es otra mi suerte. Al fin de la jornada
rostros alegres espera mi llegada,
mis niños, verlos feliz es mi anhelo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina