Dicen que la distancia
es el argumento para el olvido,
sigo sin aceptar esa razón;
porque aunque lejos de tus besos
estoy, vivo recordando tu amor.
Cuentan que te has ido por el mundo,
que no quieres mencionar mi nombre,
que hablas en fúturo, el pásado
algún tiempo lo borró.
He vuelto al sitio donde nos
conocimos, exigiendo al destino
una razón; los árboles siguen
en el mismo parque, también
lloran con sus hojas nuestro adiós.
En una triste despedida se
convirtió la biografía de mi vida;
entre versos y poesías, ni las
lágrimas ya me riman con tanto dolor.
Y en el ocaso de una tarde,
sentado en la misma banca de
aquel parque en donde te juré amarte
a muerte, te digo adiós para siempre.
Autor: Martin Lunary