Mujer perfecta

Sentado en una banqueta desolada vi pasar unos pies inciertos
Caminaban sin rumbo por las calles del amor con sabor inquieto
Buscaban quien los guiara como a una parvada desviada de su destino
Me pare y observada con sigilo la seguí hasta el fin de su camino
Fue un domingo nocturno cuando toque su puerta entera y nueva
Se asomo por su ventana y con positivismo me pidió una vida plena
Salió del capullo en que vivía y me pasmo muchas condiciones
Le jure cumplirlas y así empezamos a navegar por un mar de incertidumbres
Pasando el tiempo fui conociendo a esa mujer que no tenía ningún error ni “pero”
Su belleza fue un tiro de escopeta certero en mi corazón que le brindo entero
Su carisma ilusionaba a mi futuro y su paciencia regañaba a mi rapidez
Y su amor con algunos besos y caricias en mi lecho acabaron con mi acidez
Encontró algunas heridas y con unas cuantas puntadas de calor las cerró
Escribiendo en su diario soñaba con aventuras y pasiones a mi lado y así ella las creo
Llego el día esperado por los dos para sasear el deseo que nos teníamos mutuamente
Robe su virginidad y desde ahí los dos vivimos en un mundo de pasión felizmente