Prometí que te amaría todos los días de mi vida,
y no me cuesta cumplir la palabra prometida.
En cada oportunidad yo te amo vida mía,
cuando despunta la aurora que llega buscando el día.
Entre sábanas bordadas, con finos hilos de amor,
nos seducimos con besos, con cariño, con furor.
En el campo o en la playa, en la sierra, en la montaña,
te amo en cualquier lugar, nuestro amor todo lo amaña.
Nuestro amor es tan ardiente, cual volcán en erupción,
como el fuego del hogar, como los rayos del sol.
No importa que haga frío o que sintamos calor,
sintiendo en la piel impreso, el fuego de la pasión
Con el viento huracanado y cuando amaina al pasar,
te amo entre la tormenta, en el sosiego y la paz.
Cuando de veras se ama, nunca te importa el lugar,
ni las horas del reloj, que marca en su caminar.
Chelo Álvarez
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