¡Oh, Venezuela!
tierra con olor sabido,
hermana nuestra,
libre sollozas
junto a tu pueblo,
bajo la ladera de un cerro,
en una choza,
que ve pasar,
como de noche,
de raíz muerta,
una montaña de espejismos
de un siglo turbulento
y de oro sudado,
fecundado por dictaduras
en tu tierra ociosa,
de hojarasca
que se lleva el viento,
que sólo deja una pisada
de Guaicaipuro y Andresote,
de Simón y Andrés,
el rastro de una lucha
que cruza tu corazón
como el Orinoco una trocha,
en busca de la libertad soñada
que ya tú te mereces,
¡Oh, hermana nuestra.!
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!