Cuando una mujer toca a retirada...

Mi alma de niña prisionera en mi ser
Quisiera quitarse el caparazón
Con el que miles de mujeres creemos
Proteger a nuestro corazón de los pesares
Que causan los rompimientos de los lazos
De amor y de ternura que nos atan
A un ser humano que en ese momento
Puede uno decir que es el mejor de los humanos
La bondad y la sonrisa que florecen en el alma
De una niña a quién aún le brilla la mirada
Mueren una vez encarceladas en lo que una cree
es la dicha y el placer de amar limpiamente
con la fe en la frente a un amor impío
y se preguntan luego el por qué porta un
caparazón un corazón que siente y desea darse
como lo hacía de niña antes de que un hombre
dañara su inocencia, y lastimara hasta
lo más profundo todo sentimiento
Cuando una mujer toca a retirada y el alma
La obedece, no es casualidad, ni es frío,
Es temor a ser herida nuevamente y a ver
Como se marchitará todo lo que en ella
Pueda florecer a manos de un señor que le
Dirá: "te amo" y por la espalda le dará la muerte;
La peor muerte... ¡que es la muerte en vida!
Y te la da en pago por quererlo demasiado
Por ser mujer incondicional para él
Y no velar por uno. Si he tocado a retirada
Es por que yo he de cuidarme cual ninguno!
Es cierto que debajo del caparazón y la
Armadura se esconden un sin fin de fantasías
La necesidad del compañero que es una
Necesidad de todo ser humano en la
Búsqueda de tener en quien sentir apoyo.
Pareciera que tiene que ser sacrificado
El romanticismo en aras de la seguridad
De que ninguno, habrá de hacer ya más daño
A lo que pareciera ser el lado débil de la
mujer, pues es en verdad, su lado fuerte !
Lara Elra Cira