Do-rada madrugada, anuncia el día,
se disipa la última estrella.
Re-dime esperanza el sol que brilla,
afable la voz de ave, cual melodía.
Mi-tigado cansancio el amanecer,
entonces comenzar el día en plenitud.
Fa-ctible siento aun lejos de senectud,
con ímpetu, mi deseo hago crecer.
Sol-dado soy, siendo solo labriego
esperanza por la vida expongo,
La-brando la tierra voy sin rezongo,
con trabajo consigo sustento y abrigo,
Si-ente certeza también mi entorno,
con sonrisas de mis niños me adorno.
Autor: Alcibíades Noceda Medina