Txori txikia (pajarillo)

Te encontré esta mañana

al ir de camino a mis asuntos.

De pronto te vi a mis pies

hecho una pequeña bola,

ya estabas casi inerte,

los ojillos tenias cerrados,

ni el mas leve movimiento.

Un hilo de vida debilitado

yo presentí bajo tus alas

aun casi desplumadas,

me agache a recogerte

te di el calor de mi mano,

acomode tu cuerpo diminuto

en una pequeña caja

con un colchón de virutas.

Sin vacilar te traje a casa

una vez terminadas las andanzas.

Bastaran dos días tan solo

brindándote mil cuidados

para recobrar tus fuerzas.

Te di algo de alimento

y al poco rato ¡ el milagro ¡ 

me obsequiaste tu piar

un poco desesperado,

y empezaste a saltar bajito,

podías ya estar erguido.

Mi alegría fue inmensa

pues habías revivido.

Pero aun no tienes vuelo,

tu plumaje es el primero

por debajo de tus alas

todavía no ha salido.

Tal vez en un par de días

quizás descubras el vuelo

y llegado el momento

vas a volar bajo el cielo

para buscar una rama

que te procure cobijo

protegiéndote del viento.

MG 17-06-2017