Nunca me des por perdido
Porque sólo para ti es lo vivido,
Si un día te dije “Te amo”,
Sabe que ese día te di mi mano,
Mi corazón, mi cuerpo y alma,
Todo aquello que me calma,
Y mucho más que no imaginas.
Como gaviota peregrina,
Recorro cielos en soledades,
Buscando por sus bondades,
Encontrarte en alguna nube,
Para de tú cuerpo hacer burbujas,
De jabón con mi aliento,
Y seas así mi alimento.
No eres la única que extraña,
Yo también cada mañana,
Creo haberte perdido,
Cuando despierto de mis sueños,
Y no te veo conmigo.
Pero sé que el sufrimiento,
Tendrá un tiempo finito,
Será preciso en el minuto,
Que pueda asirte de las caderas,
Sumirte bajo mi cuerpo,
Tenerte mi vida entera.